Sempre libera es la cabaletta de la gran escena del personaje de Violetta del acto I de la ópera La traviata, que sigue al aria Ah, fors’è lui che l’anima, en la que Violetta relata como la han conmovido las palabras de Alfredo en el aria Un dì felice, eterea.
Violetta piensa por un momento que tal vez sea Alfredo el amor que desea y espera, pero que nunca llega a su vida.
¡Ah!
Puede ser este aquel
que mi alma
sola en el tumulto
en secreto
imaginaba amar.
Toda el aria es como un seguir el vuelo de la imaginación de Violetta, la música nos ayuda a imaginar un mundo ideal tal y como lo hace la protagonista. Pero la realidad se impone. La orquesta abandona la zona lírica del aria y sigue la voz ansiosa de Violetta que define sus sueños de hace un momento como locuras (Follie!). Es como si Violetta se autocensurase por haber soñado por un momento en el amor verdadero y se recuerda a sí misma quién es y cuál es su vida: vivir libre sin entregar su corazón a nadie. Sin embargo, en medio de toda esta vorágine, se oye la voz de Alfredo que le recuerda que El amor es la inspiración del mundo entero, Violetta se resiste a esa voz como se resiste al amor, pero no será por mucho tiempo.
En esta escena Verdi demuestra que es un gran hombre de teatro. La voz de Alfredo que se oye fuera de escena puede ser perfectamente el recuerdo que han dejado las palabras del joven en la mente y el corazón de Violetta, y en las que ella no quiere pensar, aunque en el libreto se diga que Alfredo está bajo el balcón de Violetta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario