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BACH-PASION DE SAN MATEO (ULTIMO CORAL)


J. S. Bach compuso numerosas cantatas sagradas, en total ocho ciclos completos de 58 composiciones. De ellas se conservan 200, y se destacan la Nº 4 Christ lag in Todesbanden y la Nº 80 Ein' feste Burg. También compuso varias cantatas con textos profanos, que llamaba dramas musicales, para las cuales en ocasiones usaba otras obras propias. Algunos ejemplos son la burlesca Cantata de los aldeanos y la Cantata del café. Otras obras corales destacadas son seis motetes (en los que incorpora melodías de corales, como en Jesu meine freunde), un Magníficat para coro a cinco voces y orquesta, y un Oratorio de Navidad, que reúne seis cantatas. Sin embargo, la cima del arte vocal religioso de Bach se encuentra en las Pasiones según San Juan y San Mateo que mantienen el estilo del oratorio, y en su Misa en si menor.
La Pasión según San Mateo BWV 244 es una pasión oratórica del organista y compositor alemán Johann Sebastian Bach (1685-1750). Presenta el sufrimiento y la muerte de Cristo según el evangelio de San Mateo. Con una duración de más de dos horas y media (en algunas interpretaciones incluso más de tres horas), es la obra más extensa del compositor y obra central de la música clásica europea.
La Pasión según San Mateo consta de dos grandes partes conformadas por 68 números. El texto del evangelio de San Mateo, capítulos 26 y 27, es cantado literalmente por un evangelista y las personas de la trama (Cristo, Judas, Pedro, etc.) por los demás solistas. Alrededor del texto bíblico se agrupan coros, corales, recitativos y arias con la intención de interpretar el texto.
No se sabe con certeza si la Pasión según San Mateo fue compuesta en 1727 ó 1729. Aunque se relaciona directamente con la música fúnebre para el príncipe Leopold de Anhalt-Cöthen de 1729, se desconoce si la cantata fúnebre sirvió como modelo de parodia para la pasión o si la pasión fue el modelo de la cantata (o si existen otros orígenes anteriores). De cualquier forma, la Pasión según San Mateo fue interpretada el 15 de abril de 1729 (Viernes Santo) en la iglesia de Santo Tomás en Leipzig bajo la dirección del compositor.
Tras la muerte de Bach, la obra cayó en el olvido (como, en general, toda la obra del compositor) y no fue hasta 1829 cuando el compositor y director Felix Mendelssohn-Bartholdy volvió a interpretarla con la Sing-Akademie de Berlín en una versión abreviada. La reinterpretación de esta obra dio inicio a un fuerte interés por el estudio y el análisis de las obras de Bach, particularmente las de gran escala, que ha persistido hasta nuestros días.
La obra desarrolla además una fantástica sensación estereofónica mediante su doble coro y orquesta, que dialogan constantemente, principalmente en el coro de entrada y en el coro final, pero también en algunos de los coros intermedios. Este formato doble constituye una gran diferencia frente a la mayor parte de los trabajos interpretados en los servicios religiosos dominicales.
Especial interés en este sentido merece el coro de entrada Kommt, ihr Töchter, helft mir klagen, en el que además de los dos coros (y orquestas) que dialogan, aparece una voz de soprano in ripieno que canta el coral O Lamm Gottes, unschuldig en medio de una compleja estructura polifónica y de grandes tensiones armónicas.



MOZART-SERENATA Nº 13 (NOCHE DE MUSICA)


A mediados de la década de los 1770, la familia Mozart poseía una posición estable y reputada en Salzburgo. En 1773 se habían mudado a una casa más grande y confortable. Su círculo de amistades no sólo se componía de músicos locales sino que incluía respetables señores de profesiones diversas. Hasta se podría decir que más allá de las relaciones profesionales, gozaban de cierto roce con la aristocracia y nobleza local. Sin embargo, el ambicioso Leopold no confiaba en la ciudad. Por un lado, no sentía por parte de ésta el trato privilegiado que quería para sí mismo. Por otro lado, el prometedor futuro que preveía para su talentoso hijo Wolfgang, parecía perderse en el limitado horizonte de esa sociedad de provincias. Por último, es verdad que para ambos tampoco resultaba nada estimulante estar al servicio del mal encarado arzobispo Colloredo.
De ahí la necesidad de los viajes continuados de aquella época: a Viena, a París, a Manheim... a donde quiera que fuera con tal que el joven Wolfgan Amadeus Mozart (1756-1991) se colocara al servicio de una buen patrón, en algún centro musical que le permitiera alcanzar la fama y admiración que al padre siempre se le negó. Pero lo único que consiguió Leopold con su ansiosa vanidad, fue que el arrogante Colloredo retuviera su salario una y otra vez a causa de sus frecuentes ausencias.
Seguramente tales retenciones eran sobrellevadas gracias la intensa actividad musical en actos privados en los que participaban. El joven Mozart tenía frecuentes encargos de los nobles locales. Una de las familias con que mejor relación laboral y personal tenían los Mozart, era la del comerciante y burgomaestre de la ciudad, el Señor Siegmund Haffner. De esta relación nacerían algunas de las páginas más vivaces y mejor logradas del genio de Salzburgo.
El 22 de julio de 1776, la hija del burgués, la señorita Elisabeth Haffner contrajo nupcias con el digno y noble señor F. Xavier Späth. Algunos días posteriores al evento, escribiría en su diario Joachim Ferdinand von Schiedenhofen (1747-1823): “después de cenar fuimos agasajados con un concierto de bodas que el Joven Señor Haffner organizó para su hermana Liserl. La música estuvo a cargo de Mozart y tuvo lugar en el jardín Loreto de sus aposentos”.
Schiedenhofen se refería al hijo barón del burgomaestre, el joven Sigmund para quien años más tarde Mozart compondría la célebre Sinfonía K. 385 para celebrar la concesión del título nobiliario que lo convirtió en ”von Imbachhausen”. Este precioso regalo de bodas trasciende con mucho el aspecto funcional que le dio origen. En efecto, tanto por su orquestación, duración, así como por la calidad general de su factura, la obra tiene proporciones monumentales. La orquesta esta compuesta por una sección de cuerdas que incluía violas, violines y un violín a solo; los alientos se integraban a su vez por una doble dotación de flautas, oboes, fagot, cornos y trompetas. Una plantilla sumamente rica que superaba con mucho la paleta orquestal que el maestro salburgués venía empleando incluso en las sinfonías de aquellos años.
Resalta así mismo el interesante trabajo especulativo que Mozart realiza en esta partitura sobre los géneros musicales de su tiempo. El ella, mezcla estilos, recurre a la hibridación de géneros, introduce variantes distintas del mismo tipo de danza, injerta diversos formatos sinfónicos y de concierto, etc. Según la tradición, la ejecución de una serenata debía estar enmarcada entre dos marchas. Mozart compuso para la ocasión también una marcha en Re mayor que conocemos ahora con el número de catálogo K. 249. La noche de marras fue interpretada como preludio a la propia serenata por los mismos músicos a excepción de las flautas que descansan en este movimiento.
La serenata propiamente consta de ocho movimientos los cuales incluyen nada menos que tres minuetos de carácter sumamente variado y un concierto para violín intercalado.
El Rondo es todo un tour de force para el violinista, que ejercita un virtuosismo que recupera la obra del pathos intenso en que lo sumió el movimiento anterior. Este movimiento pone fin al concierto para violín intercalado. En el vídeo observamos el arreglo de este movimiento para violín y piano.



J.STRAUSS-EL MURCIELAGO (OBERTURA)


Johann Strauss compuso con El murciélago su obra maestra. Cada número musical se convirtió en un gran éxito. La única duda que podría plantearse es el género al que pertenece esta obra. Ante todo, a la ópera cómica, que se aproxima en muchos puntos a la opereta, la zarzuela española y la comedia. Cualquiera que sea el género en que se sitúe El murciélago, es la culminación de la opereta. Rebosa humor e ingenio, energía y alegría de vivir.
La Hofoper de Viena, y de acuerdo con ella muchos otros templos serios de las Musas, la declararon ópera cómica para poder incluirla en su programación. El caso es que es de las mejores. Las ocurrencias se suceden sin descanso y cada una es de un arte exquisito. También son brillantes los papeles de los artistas; plantean grandes exigencias y muchos están a la altura de los cantantes de ópera. En la música de El murciélago se expresa como en ninguna otra obra la infinita magia de una ciudad y de una época, que a decir verdad tenían numerosos problemas sin solución, pero rebosaban capacidad creativa y optimismo.
El estreno de El murciélago tuvo lugar en un momento sumamente desfavorable. Una gran crisis económica sacudía a Austria, y pocos meses antes, el Viernes Negro, se había derrumbado la Bolsa de Viena y había arrastrado al abismo a varias fortunas aparentemente sólidas. El 5 de abril de 1874 reinaba en el Theater an der Wien un ambiente apocalíptico que ni siquiera El murciélago podía cambiar. Hubo sólo 17 representaciones, una cantidad casi ridícula para el célebre Johann Strauss y que parecía un peligroso fracaso. En los demás países que representaron en seguida El murciélago, la obra obtuvo el éxito rotundo que merece. Se convirtió en una de las obras más ejecutadas de ese género alegre y ligero que es tan difícil interpretar bien.


HAENDEL-JUDAS MACABEO (CANTO DE JUBILO)


Matatías murió en el 167 antes de Cristo, luego de designar a su hijo Simeón como líder del grupo y a Judas como jefe militar, quien se ganó el apodo de maggabai, que significa ‘martillo’ (de Dios), y ese apodo quedó grabado en la historia como Macabeo. Era un muchacho audaz, frío, fanático y desprovisto de ambición personal. Fue el primer guerrillero de la historia.
Su primera hazaña fue un prodigio de valor y astucia. Durante un atardecer hizo arder fogatas en su campamento para simular que sus tropas se preparaban para el descanso, pero lo dejó abandonado. Los sirios lo tomaron por asalto, pero no encontraron con quien pelear. Desconcertados, los atacantes pensaron que sus enemigos habían huido hacia las montañas y salieron en su persecución. Pero los judíos habían ido al campamento sirio y sorprendieron con su ataque a los pocos soldados que estaban de guardia, cuyos jefes jamás imaginaron tal osadía. Los vencieron y se quedaron con un enorme botín.
Después de ese triunfo, Judas decidió recuperar Jerusalén y luego de una dura lucha, lo logró en el 165 aC. Los sirios sólo pudieron conservar la ciudadela del Akra, que era una espina clavada en el costado de la ciudad.
Judas mandó a fabricar copas nuevas para el ritual religioso, pues las anteriores habían sido profanadas. Los festejos duraron ocho días, en medio de la música de arpas y címbalos. La comunidad decidió que ese día, 25 de Kislev, sería recordado siempre y se haría un festejo encendiendo un candelabro con nueve velas, a razón de una por día, en la fiesta que se conoce como Jánuca, la Fiesta de las Luces.
Judas Macabeo apareció ante los judíos como un campeón que traía la esperanza de recuperar las tradiciones avasalladas por Antíoco IV. Pero no hubo paz, pues los sirios volvieron a atacarlos.
Judas Macabeo no alcanzó a reinar. Se cree que su capacidad como estratega en la batalla superaba su habilidad como gobernante. Su fanatismo religioso le impidió actuar como estadista. Judas fue vencido y según el relato de Flavio Josefo, murió emboscado en la batalla de Elasa.
Judas Macabeo fue sucedido por su hermano menor, Jonatán, quien logró hacer la paz con los sirios, cuyo rey en ese momento era Alexander Balus. A la muerte de Jonatán, lo sucedió su hermano Simón Macabeo, que demostró cierto talento de estadista y en el 143 aC. obtuvo una declaración de independencia de los judíos por parte de los sirios. Fueron liberados de la carga tributaria como vasallos y acuñaron monedas para celebrar la ocasión. Los pocos sirios que aún quedaban en Jerusalén se retiraron del Akra y los judíos hicieron las purificaciones rituales para volver a santificar el lugar.
Simón fue el último sobreviviente de los macabeos. Su gobierno marcó una era de prosperidad y tranquilidad para los judíos. Se cree que el Salmo 110 fue escrito en homenaje de Simón Macabeo: ‘¡Aleluya! Quiero alabar al Señor con todo mi corazón en la reunión de los justos...’
En 1746 la rebelión Jacobina del Príncipe Charles Edward, conocido como The Young Pretender o El Joven Aspirante a la corona británica, solamente obtuvo el seguimiento de Escocia, debido a que el rey Jorge II había alcanzado la popularidad cuando personalmente llevó a su país a la victoria sobre los franceses en la batalla de Dettingen en 1745. A Handel se le encomendó en ese tiempo escribir dos oratorios heroicos y triunfales con objeto de brindar apoyo a la campaña: El Oratorio Ocasional y Judas Macabeo. El libretista de este último fue Thomas Morell (1703-1784). Se escogió el relato bíblico que narra la resistencia judía bajo el liderazgo del “muy valiente y sabio comandante Judas Macabeo” frente a la ocupación Siria de l69 A.C. Se trata de una historia épica y conmovedora, la cual coronó la victoria que obtuvieron los ingleses en la batalla de Culloden, en abril de 1746.