Este modelo consistía en tres movimientos (rápido-lento-rápido) y la intención de Bach fue que la orquesta y solistas tocaran compenetrados. En suma, sobre la base del modelo italiano, el compositor alemán experimento con diferentes tipos de equilibrio orquestal.
Los Conciertos de Brandenburgo siguen el patrón del concerto grosso barroco en el que se establece un diálogo entre un grupo de instrumentos solistas llamado concertino, acompañado por el bajo continuo (voz más grave de la composición que sustenta armónicamente la melodía) y la orquesta, llamada ripieno.
El concierto nº 2, que es el que puede escuchar a continuación, está compuesto para violín, oboe, flauta y trompeta solistas, cuerda y continuo. Consta de tres movimientos: Allegro, Andante y Allego Assai y, a pesar de que la trompeta es utilizada con un extremo virtuosismo hasta en su registro más agudo, ésta no aparece en el segundo movimiento, el cual es una invención monotemática para violín, oboe, flauta y continuo.
Sentí un estremecimiento al escuchar un fragmento rítmico del clavecín, apenas pasados unos segundos del inicio, con una rítmica precisa que se me antoja muy moderna, casi en golpe de rock -pero del rock primero, el que sí tenía algo de sentido-. Sencillamente espectacular. Y esa trompeta sonora, con un carácter casi navideño... No... ¡Una fantasía!. Definitivamente Bach, un gran demiurgo. RP
ResponderEliminarmuy alegre:me encanta
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