lunes

BERLIOZ-SINFONIA FANTASTICA "UN BAILE"


En 1827, Héctor Berlioz se enamoró perdidamente de Harriet Smithson, actriz principal de una compañía inglesa de teatro que se encontraba en París representando las obras de Shakespeare. Durante los siguientes tres años se dedicó a escribirle cartas de amor -que ella nunca contestó- y a dirigir conciertos con los que hacerse un nombre. Mientras tanto, la música de la Sinfonía Fantástica crecía en su interior.

Aquel año leyó el Fausto de Goethe y escuchó por primera vez la Tercera Sinfonía Heroica de Beethoven. Fue entonces, aquel 1827 tan trascendental para su vida, cuando el compositor interpretó que Goethe, Beethoven, Shakespeare y Harriet eran los espíritus románticos que hacía tiempo andaba buscando para identificarse con ellos plenamente.

Llevando por subtítulo Episodios de la vida de un artista, La Sinfonía Fantástica es un ejemplo de la llamada música programática o descriptiva. Inspirada en sus propias experiencias, cuenta la vida de un joven artista –él- que enloquece de amor y la idea de la mujer amada se repite como idea recurrente a lo largo de sus cinco movimientos. Por tanto, es autobiográfica, una forma de ver el mundo sin la que el romanticismo no hubiera podido existir jamás.

La Sinfonía Fantástica fue compuesta en 1830 y estrenada en París el 15 de diciembre de ese mismo año. Sin embargo, algo después del estreno, Berlioz marchó a Roma donde revisaría el 2º –Un baile– y el 3er movimiento –Escena en el campo-, componiendo como continuación El retorno a la vida. De vuelta en París, pudo conseguir que Harriet asistiera al reestreno de la sinfonía y se encargó de que supiera que ella había sido su fuente de inspiración durante años. Varios meses después se casaron, aunque algún tiempo después se separaron.

viernes

OFFENBACH-CUENTOS DE HOFFMANN "BARCAROLA"


El número más famoso de Los cuentos de Hoffmann y, junto con el cancan de la opereta Orfeo en los infiernos, de todo el repertorio de Offenbach es sin duda la barcarola Belle nuit, ô nuit d’amour. Curiosamente, el compositor francés no lo escribió para esta ópera, sino para la otra que citamos arriba, Die Rheinnixen, en la que era la canción de los elfos. Offenbach murió sin poder terminar Los cuentos de Hoffmann, tarea que llevó a cabo Ernest Guiraud, quien, además de completar la orquestación y escribir los recitativos, incluyó en la partitura este dúo para soprano y mezzosoprano, en el vídeo siguiente interpretado por Anna Netrebko y Elina Garanča.

En la representación de la ópera, la mezzosoprano tiene que caracterizarse de hombre, pues el personaje que interpreta es el de Nicklausse, un amigo de Hoffmann (el protagonista de la ópera de Offenbach es el mismo poeta que la inspiró), quien canta la barcarola junto con Giulietta, una cortesana veneciana, en un palacio a orillas del Gran Canal.

Esta pieza tiene un carácter melancólico y ensoñador, muy similar al carácter de la ciudad lagunar al atardecer, al que sin duda contribuyen tanto el compás binario compuesto (6/8) como la reiteración de prácticamente todas las frases. Posiblemente ese carácter sea la razón por la que Roberto Benigni la eligió para que sonara en dos momentos de su película La vida es bella (tres Óscars, uno de los cuales fue para la mejor banda sonora): cuando Guido, el protagonista, va al teatro donde representan Los cuentos de Hoffmann para encontrar e intentar conquistar a Dora y cuando Guido, aprovechando un descuido de los nazis, pone la barcarola por la megafonía para transmitir así a Dora el mensaje de que tanto él como el pequeño Giosué están bien.