sábado

EL BARROCO (II)


A raíz de la obra de Schütz, la ópera italiana se conoció en los países de habla alemana desde el final de la Guerra de los Treinta Años. Pero en 1685 nacieron dos genios que protagonizaron uno de los momentos cumbres de la música instrumental y religiosa: Georg Friederich Haendel y Johann Sebastian Bach, nacido en Eisenach, Turingia y descendiente (y a su vez el antepasado) de una familia en la que se registraron hasta 120 músicos. Fue un niño prodigio, no dudó en viajar a tierras lejanas a pie para escuchar a organistas famosos. A los veinte años ya era un consumado cantor, organista y violinista, trabajando al servicio del príncipe de Weimar y después como organista de Arnstadt.

Con el tiempo, su vida creativa se vió influenciada por su estadía en Coethen y su instalación definitiva en Leipzig, desde 1723 hasta que muere en 1750. Allí ocupó el puesto de Kantor de la iglesia de Santo Tomás. Su respetabilidad cayó en el siglo posterior a su muerte, pero recuperada con honores en el Romanticismo.

J. S. Bach compuso numerosas cantatas sagradas, en total ocho ciclos completos de 58 composiciones. De ellas se conservan 200, y se destacan la Nº 4 Christ lag in Todesbanden y la Nº 80 Ein' feste Burg. También compuso varias cantatas con textos profanos, que llamaba dramas musicales, para las cuales en ocasiones usaba otras obras propias. Algunos ejemplos son la burlesca Cantata de los aldeanos y la Cantata del café. Otras obras corales destacadas son seis motetes (en los que incorpora melodías de corales, como en Jesu meine freunde), un Magníficat para coro a cinco voces y orquesta, y un Oratorio de Navidad, que reúne seis cantatas. Sin embargo, la cima del arte vocal religioso de Bach se encuentra en las Pasiones según San Juan y San Mateo que mantienen el estilo del oratorio, y en su Misa en si menor.

Entre las obras para órgano de J. S. Bach se destacan los preludios y fugas, una de las estructuras musicales características de fines del barroco. También su catálogo cuenta con seis sonatas en trío dedicadas a su hijo Wilhelm Friedemann. Asismismo, compuso unos 170 corales para órgano, algunos de los cuales están en el Pequeño libro para órgano. Con respecto al clave, su obra incluye preludios, fantasías y tocatas, destacando especialmente las dos colecciones de preludios y fugas en cada una de las tonalidades mayores y menores de El clave bien temperado. Son recomendables las tres series de seis suites para clave cada una de las Suites francesas, las Partitas y la Partita en si menor. Otras obras instrumentales renombradas son las Variaciones Goldberg, las Sonatas para violín y para violoncello solos, los Conciertos de Brandenburgo, las suites para orquesta, La ofrenda musical y El arte de la fuga.

viernes

EL BARROCO (I)


En música, el Barroco señaló un período de gran desarrollo del arte vocal e instrumental, de obtención de armonías más complejas y mayor profundidad de las formas y el sentimiento. Los reyes, los príncipes y otros miembros de la nobleza trataban de superarse unos a otros por la pompa y la exhibición. Los más acaudalados tenían sus propias orquestas y un compositor residente.

Más allá de difundir la ópera, el barroco fue testigo de algunos de los mejores ejemplos de música puramente instrumental de la historia, entre los que encontramos las obras para teclado (órgano o clave). De los principios del período destacaron el italiano Frescobaldi y el holandés Sweelinck, en tanto que en Francia dominaron el clave y se destacaron Chambonniéres, D'Anglebert y fundamentalmente Francois Couperin. Asimismo Titelouze, Grigny y Daquin sobresalieron ejecutando el órgano. Luego encontramos la presencia de Sweelinck en el norte de Alemania con la obra de Weckmann, Reinken y, en especial, Dietrich Buxtehude (que influyó en J. S. Bach a su vez), Bohm y Lübeck, mientras que en el sur del país descubrimos a Scheidt, Froberger y Pachelbel. Algunos de los compositores instrumentales más célebres de este período fueron Telemann (precursor del clasicismo), Keiser, Mattheson y Hasse.

En Francia, entre Lully y Rameau, apareció una serie de compositores que cultivaron un arte operístico de tinte italiano. Por otro lado, los maestros de capilla seguían componiendo obras religiosas.
Entre el final del siglo XVII y principios del XVIII los creadores que se destacaron fueron Charpentier, Colasse y Desmarets, que se exilió en España.

Un creador brillante de la época, Campra, rechazó el estilo cargado de Lully proponiendo naturalidad a las óperas. Compuso también óperas-ballets como Las Fiestas Venecianas. Otros compositores de renombres fueron Michel Pinolet de Montéclair, André Cardinal Destouches, Gervais, Colin de Blamont y Mouret.
Junto a la ópera, en Francia se reconoce la influencia de las cantatas italianas, a las que los compositores locales sumaron sus propias experiencias, canciones que dieron origen al vodevil como género.
Esta forma musical evolucionó desde la música de cámara hasta alcanzar las dimensiones de un montaje operístico.

En el siglo XVIII, los compositores italianos desarrollaron tanto la ópera como la música sacra. Así como la cantata italiana se parecía a una ópera de concierto, la ópera se convirtió en una especie de cantata escenificada. La producción creció sin límites y con cada representación se renovó el interés por un género del que no existía un repertorio a repetir en varias ciudades (como sucedió en los inicios de la ópera), porque los teatros insistían con montar novedades.

Por eso se valoraba mucho a los compositores prolíficos, capaces de crear tres o cuatro óperas por año.
Para ello, utilizaban música compuestas con anterioridad y les daban un texto nuevo.Era mínima la armonización, casi no existía la polifonía y abundaba la improvisación, aunque resaltando el bel canto de divos y divas.Los textos fueron banalizados y, a pesar de su decadencia, la ópera italiana conquistó Europa.

jueves

DE GRECIA AL RENACIMIENTO

PALESTRINA

La Grecia Clásica abarca el período desde el siglo VIII a.C. hasta los confines de la era cristiana, y el espacio que hoy conocemos como Grecia, Turquía y varias colonias esparcidas por las orillas del Mar Mediterráneo. Su arte y música mostraron el camino hacia el quehacer musical en occidente. Los griegos consideraban de gran valor a la música. La utilizaban en funerales, bodas, nacimientos y festivales religiosos. Cantaban y bailaban al son de instrumentos lejanos como el oboe doble "aulós" o la flauta de Pan (varias cañas abiertas alineadas). Hasta los filósofos se ocuparon de la música, atribuyéndole un significado psicológico y espiritual sobre el alma humana.

Los dioses helénicos adoptaban apariencias y conductas humanas. Apolo es el dios de la poesía, las artes y la medicina. Él dirige el coro de las Musas, inspiradoras de la creación artística y genial. Su hijo Esculapio, tenía cualidades similares e incluso el poder de curar los males. Otra vez se entremezclan el arte, la magia y la salud. Apolo sostiene en sus brazos una lira, instrumento originalmente fabricado con el caparazón de una tortuga cubierto por una piel de carnero y con cuerdas tensadas sobre un travesaño. Hermes, en cambio, inventó la flauta de los pastores compite con la flauta de Pan por conquistar los oídos de los campesinos.

Durante el siglo XVI, en las principales ciudades-estado de Italia florecieron las artes y se cantaron a los nuevos poetas, como Torquato Tasso, Ariosto, Bembo, Guarini, Marino o Della Casa. Abundaron las escuelas y estilos particulares, pero en todas las regiones se bregó por la unión del texto con la música, en especial con los madrigales, entre cuyos cultores encontramos a Marenzio y el oscuro Cario Gesualdo.

El renacimiento estimuló las investigaciones teóricas y los experimentos académicos también, que desglosan con técnica y detalle los entresijos del ritmo y la armonía. Esta discusión se trasladó a las tertulias de la "Camerata" de Florencia, inspirada en una innovada visión del helenismo clásico, y que inspiró el manifiesto de Vicenzo Galilei (padre del astrónomo) denominado Diálogo de la música antigua y moderna. Las ciudades italianas son espacios de creación donde coexisten los mejores artistas de la época: flamencos (Willaert, Wert y Lasso), españoles (Victoria, Guerrero y Morales), venecianos (Gabrieli) y romanos (Palestrina).

sábado

MASSENET "MANON" TOI VOUS


Massenet comenzó a ocuparse de este tema en 1881. Completó la ópera en el término de dos años, para lo cual trabajó temporalmente en El Havre, en la misma casa en que un siglo antes había trabajado el abate Prévost en su novela.
La ópera se estrenó el 19 de enero de 1884 en la Opera Comique de París, con Marie Heilbronn, una gran artista, en el papel principal.
Su música es inspirada, llena de melodías que expresan multitud de sentimientos, y está construida e instrumentada de manera brillante.
El famoso dúo "Toi, Vous", está aquí extraordinariamente interpretado por Anna Nebretko y Rolando Villazón

DES GRIEUX
¡Tú!
¡Vos!
MANÓN
Sí... soy yo!... ¡Soy yo!
Sí! ¡Soy yo!
DES GRIEUX
Qué vienes a hacer aquí?
¡Vete! ¡Vete!
Aléjate!
MANÓN
(dolorosa y suplicante)
Sí! ¡Fui cruel y culpable!
Pero acordaros de la intensidad de nuestro amor!
¡Ah! En esa mirada que me abruma
¿leeré mi perdón algún día?
DES GRIEUX
¡Aléjate!
MANÓN
Sí! ¡Fui cruel y culpable!
¡Ah! ¡acordaros de la intensidad de nuestro amor!
Acordaros de de la intensidad de nuestro amor!
DES GRIEUX
No! Yo había escrito sobre la arena
el sueño de un amor insensato
que el cielo sólo hizo duradero
un instante...
(Con amargura)
¡Por un día!
Yo no quiero creeros...
¡No! Vos habéis salido por fin de mi memoria...
¡Así como de mi corazón!
MANÓN
(Con lágrimas)
¡Ay de mí! ¡Ay de mí! El pájaro que huye,
de lo que él cree que es esclavitud,
muy a menudo regresa por la noche,
y en un vuelo desesperado ¡se golpea con el cristal!
¡Perdóname!

viernes

LEONCAVALLO "PAGLIACCI" VESTI LA GIUBBA


Ruggero Leoncavallo (Nápoles, 23 de abril de 1857 - † Montecatini Terme, 9 de agosto de 1919)
fue un compositor italiano,
uno de los principales exponentes del verismo (realismo) en la ópera
como reacción frente al Romanticismo dominante de su época.

Nació en Nápoles, hijo de un oficial de policía napolitano, y estudió en el conservatorio de esta ciudad, donde entró a los 9 años. Cursó composición con Lauro Rossi. Carente de recursos, llevó una vida azarosa hasta que influido por la ópera Cavalleria Rusticana del compositor italiano Pietro Mascagni, escribió la ópera Pagliacci, que obtuvo un gran éxito. Desde que se estrenó en Milán en 1892 no ha disminuido su popularidad. Su genial "Vesti la giubba" es el número más conocido.

Recitar!…Mentre preso dal delirio non so più quel che dico né quel che faccio!
Eppur…è d’uopo…sforzati!
Bah, sei tu forse un uom?
Tu se’ Pagliaccio!
Vesti la giubba e la faccia infarina.
La gente paga e rider vole qua. E se Arlecchin t’invola Colombina,

Ridi, Pagliaccio…
e ognun t’applaudirà!

Tramuta in lazzi lo spasmo ed il pianto;
in una smorfia il singhiozzo e ‘l dolor…
Ridi, Pagliaccio,
sul tuo amore infranto ridi del duol che t’avvelena i cor!

jueves

VERDI "LA TRAVIATA" SEMPRE LIBERA


Sempre libera es la cabaletta de la gran escena del personaje de Violetta del acto I de la ópera La traviata, que sigue al aria Ah, fors’è lui che l’anima, en la que Violetta relata como la han conmovido las palabras de Alfredo en el aria Un dì felice, eterea.
Violetta piensa por un momento que tal vez sea Alfredo el amor que desea y espera, pero que nunca llega a su vida.

¡Ah!
Puede ser este aquel
que mi alma
sola en el tumulto
en secreto
imaginaba amar.

Toda el aria es como un seguir el vuelo de la imaginación de Violetta, la música nos ayuda a imaginar un mundo ideal tal y como lo hace la protagonista. Pero la realidad se impone. La orquesta abandona la zona lírica del aria y sigue la voz ansiosa de Violetta que define sus sueños de hace un momento como locuras (Follie!). Es como si Violetta se autocensurase por haber soñado por un momento en el amor verdadero y se recuerda a sí misma quién es y cuál es su vida: vivir libre sin entregar su corazón a nadie. Sin embargo, en medio de toda esta vorágine, se oye la voz de Alfredo que le recuerda que El amor es la inspiración del mundo entero, Violetta se resiste a esa voz como se resiste al amor, pero no será por mucho tiempo.

En esta escena Verdi demuestra que es un gran hombre de teatro. La voz de Alfredo que se oye fuera de escena puede ser perfectamente el recuerdo que han dejado las palabras del joven en la mente y el corazón de Violetta, y en las que ella no quiere pensar, aunque en el libreto se diga que Alfredo está bajo el balcón de Violetta.

domingo

FARINELLI-FRAGMENTO DE LA PELICULA


Farinelli [Carlo Broschi]

(Andria, Nápoles, Italia, 1705 - Bolonia, id., 1782) Cantante castrato italiano. Perteneciente a una familia aristocrática, su padre Salvatore fue el responsable de su primera educación musical. Como tantos otros niños italianos aspirantes a cantantes, fue castrado en su niñez, y mantuvo la voz de soprano durante toda su vida (no era tenor, en contra de lo que generalmente se cree). Con el tiempo pasó a ser el protegido de una rica familia napolitana, de la cual adoptó el apellido Farinelli.

Su primera actuación ante el gran público tuvo lugar en Nápoles, donde obtuvo un gran éxito con Angelica e Medoro. Su consagración se produjo tres años después al interpretar en Roma el papel principal de Adelaida, y en los años siguientes visitó los teatros más prestigiosos de Europa. Cantó en Viena, Milán, Venecia, Munich, Londres, París y Versalles, entre otros escenarios. Durante su estancia de tres años en Londres la entonación de su voz alcanzó el máximo nivel de pureza, y se retiró de los escenarios para instalarse de modo permanente en la corte de Felipe V.

Llegó a la corte española en 1737, en los últimos años del reinado de Felipe V, y ejerció gran influencia sobre Fernando VI y su esposa, Bárbara de Braganza, uno y otro grandes aficionados a la música. Según testimonios de sus contemporáneos, nunca usó de su influencia para intervenir en política, y se dedicó casi exclusivamente a organizar las funciones con que se deleitaba la corte, convirtiéndose en el máximo impulsor de la ópera. Fernando VI le concedió la Orden de Calatrava en 1750.

Al fallecimiento del monarca en 1759, fue desterrado de España por Carlos III; se retiró entonces a Bolonia, que se convirtió en el centro musical y teatral de Italia. Gluck y Mozart lo visitaron en esta ciudad, y el célebre franciscano padre Giovanni Battista Martini fue su consejero.

lunes

BERLIOZ-SINFONIA FANTASTICA "UN BAILE"


En 1827, Héctor Berlioz se enamoró perdidamente de Harriet Smithson, actriz principal de una compañía inglesa de teatro que se encontraba en París representando las obras de Shakespeare. Durante los siguientes tres años se dedicó a escribirle cartas de amor -que ella nunca contestó- y a dirigir conciertos con los que hacerse un nombre. Mientras tanto, la música de la Sinfonía Fantástica crecía en su interior.

Aquel año leyó el Fausto de Goethe y escuchó por primera vez la Tercera Sinfonía Heroica de Beethoven. Fue entonces, aquel 1827 tan trascendental para su vida, cuando el compositor interpretó que Goethe, Beethoven, Shakespeare y Harriet eran los espíritus románticos que hacía tiempo andaba buscando para identificarse con ellos plenamente.

Llevando por subtítulo Episodios de la vida de un artista, La Sinfonía Fantástica es un ejemplo de la llamada música programática o descriptiva. Inspirada en sus propias experiencias, cuenta la vida de un joven artista –él- que enloquece de amor y la idea de la mujer amada se repite como idea recurrente a lo largo de sus cinco movimientos. Por tanto, es autobiográfica, una forma de ver el mundo sin la que el romanticismo no hubiera podido existir jamás.

La Sinfonía Fantástica fue compuesta en 1830 y estrenada en París el 15 de diciembre de ese mismo año. Sin embargo, algo después del estreno, Berlioz marchó a Roma donde revisaría el 2º –Un baile– y el 3er movimiento –Escena en el campo-, componiendo como continuación El retorno a la vida. De vuelta en París, pudo conseguir que Harriet asistiera al reestreno de la sinfonía y se encargó de que supiera que ella había sido su fuente de inspiración durante años. Varios meses después se casaron, aunque algún tiempo después se separaron.

viernes

OFFENBACH-CUENTOS DE HOFFMANN "BARCAROLA"


El número más famoso de Los cuentos de Hoffmann y, junto con el cancan de la opereta Orfeo en los infiernos, de todo el repertorio de Offenbach es sin duda la barcarola Belle nuit, ô nuit d’amour. Curiosamente, el compositor francés no lo escribió para esta ópera, sino para la otra que citamos arriba, Die Rheinnixen, en la que era la canción de los elfos. Offenbach murió sin poder terminar Los cuentos de Hoffmann, tarea que llevó a cabo Ernest Guiraud, quien, además de completar la orquestación y escribir los recitativos, incluyó en la partitura este dúo para soprano y mezzosoprano, en el vídeo siguiente interpretado por Anna Netrebko y Elina Garanča.

En la representación de la ópera, la mezzosoprano tiene que caracterizarse de hombre, pues el personaje que interpreta es el de Nicklausse, un amigo de Hoffmann (el protagonista de la ópera de Offenbach es el mismo poeta que la inspiró), quien canta la barcarola junto con Giulietta, una cortesana veneciana, en un palacio a orillas del Gran Canal.

Esta pieza tiene un carácter melancólico y ensoñador, muy similar al carácter de la ciudad lagunar al atardecer, al que sin duda contribuyen tanto el compás binario compuesto (6/8) como la reiteración de prácticamente todas las frases. Posiblemente ese carácter sea la razón por la que Roberto Benigni la eligió para que sonara en dos momentos de su película La vida es bella (tres Óscars, uno de los cuales fue para la mejor banda sonora): cuando Guido, el protagonista, va al teatro donde representan Los cuentos de Hoffmann para encontrar e intentar conquistar a Dora y cuando Guido, aprovechando un descuido de los nazis, pone la barcarola por la megafonía para transmitir así a Dora el mensaje de que tanto él como el pequeño Giosué están bien.